En un evento sin precedentes, la comunidad local se reunió este fin de semana para celebrar la Feria del Coche Antiguo, un encuentro que atrajo a cientos de entusiastas de los automóviles en la plaza central de la ciudad. La feria, que se extendió a lo largo de dos días, permitió a los asistentes admirar vehículos históricos que datan desde la década de 1920 hasta los años 80. Los organizadores previeron actividades, como paseos en coches clásicos y concursos de elegancia, que deleitaron a los amantes del motor y a las familias por igual.
Uno de los puntos culminantes del evento fue la exhibición del Chevrolet Bel Air de 1957, un automóvil altamente codiciado entre los coleccionistas. Su dueño, Carlos Mendoza, compartió su pasión por la restauración de automóviles antiguos, destacando la importancia de preservar la historia sobre ruedas. «Cada rasguño y cada restauración cuentan una historia», comentó Mendoza, mientras los asistentes se acercaban para tomarse fotografías junto al icónico vehículo.
Además de las exhibiciones de coches, la feria ofreció una variedad de puestos de comidas tradicionales, donde los visitantes pudieron degustar delicias locales como tacos, churros y mariscos frescos. Las familias disfrutaron de un ambiente festivo mientras los niños jugaban en las áreas recreativas, que incluían un castillo inflable y juegos de feria. La mezcla de cultura y nostalgia creó un ambiente acogedor que atrajo a personas de todas las edades.
Los organizadores del evento, pertenecientes a la Asociación de Historia Automovilística, expresaron su satisfacción con la participación del público. La presidenta de la asociación, Ana Torres, declaró: «Es fantástico ver a tanta gente unida por una pasión común. Estos eventos no solo celebran los automóviles, sino también nuestra historia y tradiciones locales». Gracias al éxito de la feria, se espera que se realicen más eventos similares en el futuro.
La Feria del Coche Antiguo no solo fue una oportunidad para disfrutar de la belleza de los coches clásicos, sino que también sirvió como un recordatorio del amor por la cultura automovilística que une a las comunidades. Con la promesa de futuras ediciones, los asistentes ya están contando los días hasta el próximo encuentro, seguros de que revivirán la nostalgia y la emoción que solo un automóvil clásico puede dar.
