El féretro del senador y precandidato presidencial colombiano, Miguel Uribe Turbay, ha sido recibido con honores en el Capitolio Nacional, tras su fallecimiento el lunes pasado a causa de un atentado sufrido hace dos meses. La ceremonia, que se llevó a cabo en el Salón Elíptico, estuvo marcada por una atmósfera de luto y dolor, donde se utilizaron pañuelos blancos como símbolo de paz. Uribe Turbay, quien se encontraba bajo tratamiento médico desde el ataque del 7 de junio en el que fue gravemente herido, fue homenajeado en un evento que congregó a figuras relevantes de la política colombiana, amigos y familiares, todos con el corazón pesado por la pérdida de un político carismático y comprometido con el servicio público.
La llegada del féretro al Capitolio fue ceremonialmente significativa, al estar cubierto con la bandera de Colombia y ser cargado por oficiales de la Policía Nacional. A su paso, su esposa, María Claudia Tarazona, y otros familiares lo acompañaron, mostrando la profunda tristeza que conlleva la pérdida de un ser querido en la escena política. Ana Paula Agudelo, primera vicepresidenta del Senado, expresó en su discurso el profundo dolor que sentía por la pérdida de un amigo y colega, subrayando la necesidad de justicia ante este trágico magnicidio que ha dejado a Colombia sumida en la consternación.
Durante el homenaje, se hicieron presentes importantes figuras políticas, como los expresidentes César Gaviria y Juan Manuel Santos, resaltando la magnitud del impacto que tuvo Uribe Turbay en la vida política del país. Congresistas de diversas fuerzas políticas, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y miembros de la misión diplomática de EE.UU. también se unieron para rendir tributo a su legado. Sin embargo, la ceremonia no estuvo exenta de controversias, ya que la presencia de altos funcionarios del Gobierno generó descontento en la familia, lo que llevó a que algunos se retiraran del Salón Elíptico antes de la finalización del acto.
María Claudia Tarazona, la viuda del senador, compartió su profundo pesar con la prensa, reflexionando sobre el impacto devastador que la violencia ha tenido en su familia y en el país. A través de sus palabras, evocó el deseo de Uribe Turbay por un país en paz, donde las tragedias familiares no repitan el ciclo de violencia que ha caracterizado la historia de Colombia. La conmovedora ceremonia también incluyó un minuto de silencio seguido de honores militares, lo que evidencia el respeto y reconocimiento hacia su labor y los sacrificios personales que hizo en pro del bienestar nacional.
Finalmente, el féretro de Miguel Uribe Turbay permanecerá en cámara ardiente en el Capitolio hasta el miércoles, cuando será trasladado a la Catedral Primada de Colombia para su funerales. Este acto simboliza no solo el duelo por la muerte de un político, sino también un llamado de atención sobre la violencia política en el país, que ha cobrado innumerables vidas y ha marcado de manera indeleble el camino hacia la construcción de un futuro más seguro y pacífico. El Gobierno ha declarado día de duelo nacional, izando la bandera a media asta en memoria de un hombre que soñó con una Colombia unida y en paz.
