El Comité Noruego de Solidaridad con América Latina (LAG) ha emitido una declaración pública en respaldo a las comunidades mapuche-williche del río Pilmaiquén, tras la tragedia ocurrida el pasado 19 de agosto, que dejó dos muertos. En su declaración, la organización expresa su profunda preocupación por la criminalización y persecución que enfrenta el pueblo mapuche, así como su solidaridad con el Aylla Rewe Ngen Mapu Kintuantü y la Machi Millaray Huichalaf. Ante la creciente violencia institucional y la falta de una respuesta justa, el LAG llama a una investigación independiente e imparcial sobre los hechos, pidiendo que se tomen en cuenta todos los factores relevantes, incluyendo los potenciales efectos de las centrales hidroeléctricas de Statkraft, una empresa noruega.
En el contexto de esta situación crítica, el LAG resalta que el río Pilmaiquén es un lugar sagrado para las comunidades mapuche-wiliche, donde se han realizado ceremonias y prácticas de sanación durante siglos. Sin embargo, estos pueblos originarios han sufrido la pérdida de territorios vitales a causa de proyectos hidroeléctricos que han sido impuestos de manera unilateral. La organización critica la relación de poder desigual entre las empresas y las comunidades, que se ve agravada por la criminalización y las intimidaciones que enfrentan quienes defienden su derecho a proteger el río y su entorno.
La declaración también aborda la cobertura mediática en Chile, que ha sido catalogada como racista y estigmatizante hacia la Machi Millaray Huichalaf y el pueblo mapuche. Este tipo de lenguaje perpetúa prejuicios y obstruye un diálogo intercultural constructivo. El LAG condena tales actitudes y recuerda que la justicia debe estar al servicio de la verdad y no de intereses económicos o políticos. Las autoridades y medios de comunicación, al enfocarse en culpabilizar a las comunidades sin examinar todas las líneas de investigación, están deslegitimando las prácticas culturales y la autoridad ancestral de la Machi.
A medida que el conflicto se intensifica, el LAG subraya que este no es solo un problema local, sino también de responsabilidad internacional. La queja presentada por las comunidades mapuche ante el Punto Nacional de Contacto de la OCDE refleja que la actuación de Statkraft necesita ser revisada a nivel internacional. El aplazamiento de las mediaciones pone de manifiesto las dificultades de establecer un diálogo genuino en un clima de violencia y miedo. La organización insta a que no se transforme esta tragedia en un pretexto para una mayor represión ni para beneficiar intereses ajenos a la defensa de los derechos de los pueblos originarios.
Finalmente, el Comité Noruego de Solidaridad con América Latina reafirma su compromiso con la lucha del pueblo mapuche por el río Pilmaiquén, su territorio y su derecho a una vida digna. En frente del modelo extractivista que propone el desarrollo a costa de las comunidades locales, LAG señala que Noruega no debe construir su transición energética a expensas de los pueblos originarios del Sur. A través de su declaración, el LAG busca generar conciencia sobre la importancia de respetar los derechos de las comunidades y fomentar una discusión más justa y equitativa sobre los proyectos de energía en la región.








