En un espacio sagrado y transformador, el taller ‘Muñeca Alma’ ha tomado vida en las comunas populares de Renca, El Bosque y La Granja, uniendo a mujeres cuidadoras que, con su desgaste y esperanza, hallan una voz colectiva a través de la creación artística. Bajo el liderazgo de un equipo multidisciplinario de facilitadoras, que incluyen a Malucha Pinto Solari, Anahí Saá Cepeda, Marianela Rivera, Paola Lara Cifuentes y Carol Henríquez, el taller busca no solo ofrecer un espacio de reconocimiento y sanación, sino también reivindicar el autocuidado como una forma de resistencia frente a las exigencias del trabajo de cuidados, frecuentemente invisibilizado y no remunerado en la sociedad chilena.
Cada sesión del taller arranca con la creación de un altar simbólico, donde cajones de manzanas sostienen recuerdos, fotos y muñecas – elementos que dan forma a un universo compartido por las participantes. Con la simple acción de encender una vela, las cuidadoras, que a menudo se sienten solas en su labor, pueden conectarse entre sí, tejiendo una tribu de amor y confianza. Este círculo de sanación es vital para muchas, quienes a menudo llevan una carga emocional y física considerable, considerando que el 86% de los cuidadores en Chile son mujeres, y muchas de ellas cuidan a personas con dependencia sin recibir apoyo adecuado.
Durante las dinámicas del taller, las mujeres no solo trabajan en su expresión artística, sino que también reciben información crucial sobre sus derechos y las leyes que protegen su labor. A través de actividades de Biodanza, guiadas por Marianela Rivera, se restablece el contacto corporal y emocional, permitiendo que cada cuidadora se reconozca y valide a sí misma. Este marco de reconocimiento también permite que compartan sus vivencias, sus luchas cotidianas, y en muchos casos, el amor desinteresado que entregan a aquellos a quienes cuidan, a menudo sin descanso ni el reconocimiento que merecen. “Algunas llevan más de 40 años cuidando”, comparten, evidenciando el profundo compromiso solidario que las une.
El enfoque del taller sobre la creación de muñecas simbólicas permite que cada mujer exprese sus emociones y experiencias de forma creativa. Las muñecas no solo representan figuras físicas, sino que se transforman en relatos de vida y resistencia. A través de cada puntada, las cuidadoras operan un proceso de liberación, donde cada objeto creado se convierte en un símbolo de su historia personal, cargado de significado y experiencia. Este acto de creación les ayuda a visibilizar lo invisible, a construir un espacio donde el dolor, la esperanza y el amor coexisten, convirtiendo el arte en una herramienta de autoconocimiento y sanación significativa.
El taller culmina con una performance artística, un potente cierre donde las cuidadoras, junto a su facilitadoras, representan al mundo su derecho a ser escuchadas y valoradas. Este ciclo de creación y expresión no solo se convierte en un verdadero acto de celebración del autocuidado, sino también en una reivindicación del valor del trabajo de cuidados en la sociedad. Con la propuesta de un proyecto de ley que busca reconocer y valorar este trabajo esencial, el taller ‘Muñeca Alma’ emerge como un espacio luminoso y transformador, un refugio sagrado donde las cuidadoras de Chile encuentran su voz, su cuerpo, y la fuerza comunitaria necesaria para seguir adelante.








