El sábado 27 de septiembre, en el Estadio Nacional, durante el debut de la selección chilena Sub-20 ante Nueva Zelanda, se desató un altercado en las tribunas que terminó con la expulsión de Diego Olmos, integrante de la corporación ‘Católica para su Gente’, del recinto. Olmos sostiene que la seguridad actuó con violencia desmedida y que se le aplicó el derecho de admisión por ‘incitar a la violencia’ sin argumentos, tras desplegar y defender un lienzo con el mensaje ‘No + genocidio en Gaza’ y varias banderas de apoyo a Palestina.
Según su relato, un encargado de seguridad se acercó para pedirle que retirara el lienzo alegando que quedaba fuera de encuadre de la cámara, lo que Olmos niega podía ocurrir. Aunque accedieron a bajar el cartel, se negaron a guardar las banderas, momento en el que, afirma, llegaron los guardias y comenzaron a empujar y pegar; así se desató el conflicto y el público respondió con gritos de apoyo: ‘Palestina libre’.
Olmos fue conducido a un retén de Carabineros y recibió una citación al juzgado de policía local para el 15 de octubre, informándosele la aplicación del derecho de admisión. El joven sostiene que la sanción resulta incongruente y que, según su versión, ‘jamás me dijeron que fue por la consigna del lienzo’, por lo que adelantó que podría emprender acciones legales para denunciar a los guardias que entraron de forma violenta al estadio.
Además, hizo pública la situación de un niño en el estadio de Rancagua, durante el partido Francia contra Sudáfrica, a quien obligaron a quitarse un keffiyeh, lo que Olmos califica como discriminación y censura grave. En su visión, la protesta buscaba visibilizar el sufrimiento del pueblo palestino y, a pesar de ello, las acciones de seguridad y las restricciones de admisión habrían respondido con represión.
Su prioridad, dijo, es reunir pruebas para denunciar a los guardias y avanzar con acciones legales. A modo de cierre, recordó que ‘mientras se juegan partidos y se celebran goles, en Gaza mueren familias enteras por bombardeos’, y afirmó que su defensa de la causa Palestina seguirá siendo visible pese a la sanción y a la atención mediática que gire en torno al caso.