La clásica obra «Acreedores» del dramaturgo sueco August Strindberg, que ha cautivado a generaciones desde su estreno, anuncia sus últimas funciones en el Teatro Nacional Chileno. Bajo la dirección y adaptación del destacado dramaturgo nacional Alexis Moreno, esta versión contemporánea promete un enfoque renovado y profundo sobre las complejidades de las relaciones humanas. El intenso triángulo amoroso que se desarrolla a través de los personajes de Adolfo (Mario Horton), Tecla (Paloma Moreno) y Gustavo (Francisco Reyes) explora las dinámicas emocionales y psicológicas que pueden llevar a la autodestrucción, al tiempo que ofrece un reflejo de las tensiones que persisten en la sociedad actual.
El triángulo que desata la tragedia es el núcleo de esta producción, donde el matrimonio de Adolfo y Tecla está a punto de romperse. Después de una fuerte discusión, Tecla se retira, dejando a Adolfo atrapado en un ciclo de desesperación. La llegada de Gustavo, un personaje que representa la manipulación y el control, transforma la situación, sugiriendo a Adolfo que su esposa es la causa de su infelicidad. Esta manipulación culmina en un intenso enfrentamiento psicológico cuando Tecla regresa, revelando cómo los tres personajes naufragan en un mar de egoísmo y resentimiento, llevándolos a un desenlace trágico que pone en relieve las deudas emocionales que deben afrontar.
La adaptación de Alexis Moreno traza un camino hacia la modernidad que resuena con las audiencias contemporáneas. Al desviar la mirada de la culpa femenina, que era un tema central en la obra original, Moreno invita a la reflexión sobre la responsabilidad compartida entre los géneros en las relaciones de pareja. Este enfoque, como él mismo ha señalado, busca potenciar una representación de Tecla como una mujer empoderada y segura, un giro que no solo da fuerza al personaje, sino que también hace que el texto de Strindberg se sienta relevante y pertinente en el contexto actual.
Moreno también ha actualizado los temas de salud presentes en la obra, reemplazando la tuberculosis de uno de los personajes con problemas de salud mental, un cambio que conecta el clásico con las inquietudes y sensibilidades del público contemporáneo. Esta elección permite abrir un diálogo sobre la salud emocional, la vulnerabilidad y las presiones a las que están sometidas las personas en las relaciones modernas, ofreciendo una nueva dimensión al conflicto original, que continúa siendo pertinente en nuestras vidas.
Las funciones de «Acreedores» se llevan a cabo en el Teatro Nacional Chileno, ubicado en Morandé 25, Santiago Centro, hasta el 6 de septiembre. Las presentaciones están programadas de miércoles a sábado a las 19:30 horas, y se recomienda para espectadores mayores de 14 años. Las entradas están disponibles a través del sitio web ticketplus.cl. Con una propuesta dramática que profundiza en la psicología de las relaciones y aborda temas actuales, esta obra es una oportunidad imperdible para disfrutar de un clásico revitalizado en un escenario de primer nivel.








