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Canción Gladys Marín: Un homenaje de Tommy Rey

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El legado de Gladys Marín, una de las figuras más emblemáticas de la política chilena, resurgió tras el fallecimiento del músico Tommy Rey. Este último compuso una canción en su homenaje, titulada «Una mujer llamada Gladys», que había permanecido casi en el olvido hasta que la reciente noticia de su muerte la volvió a poner en circulación. La canción, escrita durante un viaje al norte del país, fue grabada años atrás, pero nunca alcanzó la prominencia que merecía dentro del repertorio de La Sonora de Tommy Rey.

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La pieza musical fue creada en un contexto en el que Marín era una figura activa y reconocida. Tommy Rey recordó que la canción fue lanzada poco antes de su fallecimiento, lo que añade un matiz emocional a su historia. «Esa la hice yo, la escribí en un viaje al norte. En ese tiempo Gladys Marín estaba viva y, justamente, murió pocos días después», dijo el músico en el programa radial «Café con Nata». A pesar de su trabajo, la canción no encontró espacio en las radios de la época, que en su mayoría no estaban dispuestas a programar temas relacionados con la política.

Rey confesó que la interpretación de la canción no era bien recibida en todos los lugares, dado que sus letras plasmaban un apoyo a las ideas del Partido Comunista, del cual Gladys Marín fue una destacada líder. «No lo tocamos en todas partes, porque había mucha gente que no estaba de acuerdo con esas ideas. Pero yo admiraba a Gladys Marín», aseguró el cantante, mostrando así su respeto y admiración hacia la política chilena.

Leo Soto, percusionista de La Sonora de Tommy Rey y cercano amigo del músico, recordó la relación especial que la banda mantenía con Marín. Soto compartió anécdotas sobre su amistad, incluida una visita a su casa donde la líder comunista los invitó a merendar. El percusionista remarcó la comprensión que Marín tenía sobre el trabajo del grupo, reconociendo que tocaban en distintos ambientes. Ella enfatizaba la importancia de mantener su trabajo: «Si este es su trabajo, un médico no discrimina a sus pacientes por ser de izquierda o derecha. Hay que vivir y hay que tocar», rememoró Soto.

Finalmente, Leo Soto se despidió de Gladys Marín con un tono de cariño y admiración, destacando su carácter amigable. «Era una gran mujer, muy amigable, muy amistosa», concluyó el músico. La historia de la canción «Una mujer llamada Gladys» y su conexión con dos figuras tan influyentes en su respectivo ámbito será recordada como un homenaje que trasciende el tiempo, reflejando la huella que ambos dejaron en la cultura y la política chilena.

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