En una reciente entrevista con CNN Prime, el subsecretario de Seguridad Pública de Chile, Rafael Collado, destacó un avance significativo en la lucha contra el crimen organizado, señalando que hasta la fecha se han logrado 430 detenciones, ya sea en prisión preventiva o condenadas, relacionadas con el peligroso grupo delictivo conocido como el Tren de Aragua. Este resultado, según el subsecretario, es el reflejo del esfuerzo coordinado y sistemático del Estado chileno en su estrategia para enfrentar la criminalidad organizada, un fenómeno que ha crecido en complejidad y en alcance en los últimos años.
Collado enfatizó que el éxito en estas detenciones es solo un componente de un trabajo más amplio que se está realizando para fortalecer las capacidades investigativas del Estado. En este contexto, hizo un llamado urgente a expandir las herramientas disponibles para las fuerzas de seguridad, puntualizando la necesidad de «perseguir la ruta del dinero» que alimenta estas organizaciones criminales. Reconoció que la identificación y el seguimiento del flujo financiero es fundamental para desarticular las operaciones del crimen organizado y evitar que continúen operando en el país.
Durante la entrevista, el subsecretario de Seguridad Pública también abordó un punto crucial sobre la historia de la política estatal frente al crimen organizado en Chile. Collado afirmó contundentemente que «nunca hubo una política nacional contra el crimen organizado», subrayando que el actual gobierno está sentando las bases para enfrentar este reto de manera estructurada y pionera. Esta declaración no sólo resalta un cambio de enfoque en las políticas de seguridad, sino que también posiciona a la administración actual como un líder en la lucha contra las redes criminales que han amenazado la seguridad pública.
En relación a las operaciones dentro de los recintos penitenciarios, Collado se refirió a la implementación de inhibidores de señal como una de las medidas clave para controlar la comunicación entre los internos y el exterior. Afirmó que «está acreditado que funcionan» y, aunque no entró en detalles por motivos de seguridad, aseguró que el uso de esta tecnología es parte de una estrategia integral para mejorar la seguridad dentro de las cárceles. Al abordar la situación reciente en la que ciertos gendarmes fueron formalizados, reafirmó la autoridad de Gendarmería en el control de las cárceles, indicando que la institución tiene el respaldo del gobierno para mantener el orden en estos espacios.
Finalmente, el subsecretario Collado reiteró la importancia de colaboración entre Gendarmería y el Ministerio Público, resaltando que los esfuerzos conjuntos están dando frutos en el control y monitoreo de las prisiones. Explicó que, a través de diferentes acciones como la detección de celulares y el uso de videocámaras, se busca desmantelar las operaciones del crimen organizado incluso dentro de las paredes de las cárceles. Esta postura refleja un compromiso firme del gobierno para no solo enfrentar el crimen organizado en las calles, sino también dentro del sistema penitenciario, asegurando que las nuevas estrategias se implementen de manera efectiva y que se mantenga la seguridad pública.








