Durante los últimos 35 años, Chile ha sido testigo de una transformación radical en sus métodos de pago, con Transbank jugando un rol crucial en esta evolución. Desde la implementación de la Imprinter en la década de 1980, que permitió a los chilenos empezar a realizar pagos con sus tarjetas de crédito, hasta la llegada de las modernas billeteras digitales, los cambios han sido significativos. La Imprinter, a pesar de ser un sistema manual engorroso, marcó el inicio de un nuevo estándar que facilitó la vida financiera de los consumidores al eliminar la necesidad de llevar grandes sumas de efectivo para sus compras. Fue un paso clave que sentó las bases para futuras innovaciones en el medio de pago.
La década de 1990 trajo consigo la llegada de los terminales de punto de venta (POS) electrónicos, lo que revolucionó el ámbito de las transacciones. Con un diseño más funcional que consistía en una teclera y una impresora, estos nuevos dispositivos permitieron a los comerciantes procesar pagos de manera más rápida, reduciendo los tiempos de autorización de transacciones a tan solo 20 segundos. Según Miguel Velásquez, jefe de Área de Transbank, esta evolución notoria hizo que los comerciantes pudieran recibir sus abonos en un periodo de 24 a 48 horas, un avance que mejoró considerablemente el flujo de efectivo para los negocios.
A mediados de los años 2000, la llegada de Redcompra marcó otro hito significativo en la evolución de los pagos en Chile. La introducción de la tarjeta de débito como opción de pago fue recibida con gran entusiasmo por los consumidores, convirtiéndose en uno de los mecanismos más utilizados en el país. Para adaptarse a esta novedad, los POS tuvieron que incluir dispositivos de seguridad como el pin pad, permitiendo así una experiencia de compra más segura y eficiente. La integración de la tecnología también ayudó a mitigar el riesgo de fraudes, un aspecto que sigue siendo primordial en el desarrollo de nuevos métodos de pago, como lo explica Raúl Núñez, experto de Transbank.
En la década siguiente, la llegada del dispositivo Verifone VX680 marcó el inicio de una nueva era para los métodos de pago en el comercio chileno. Este terminal no solo añadió la capacidad de conectarse a través de líneas móviles y Wi-Fi, sino que también facilitó la adopción de métodos de pago innovadores como los pagos sin contacto y las billeteras digitales. El Smart POS, que combina las funciones de un terminal tradicional con las capacidades de un smartphone, ha permitido a los comerciantes aceptar no solo tarjetas de crédito y débito, sino también otras formas de pago modernas como códigos QR, ampliando así las opciones disponibles para los consumidores. Esta versatilidad ha llevado al Smart POS a ser la opción preferida para muchos dueños de negocios que buscan optimizar sus operaciones.
A medida que miramos hacia el futuro, la tendencia hacia soluciones integradas y pagos invisibles continúa creciendo. Aunque aún existen comerciantes que prefieren seguir utilizando terminales más tradicionales, el avance hacia dispositivos de autoatención y soluciones que permiten una experiencia de pago más fluida es inminente. Con el respaldo de Transbank y el desarrollo continuo de la tecnología, Chile está preparado para adoptar nuevas innovaciones que seguirán transformando la forma en que los consumidores y comerciantes interactúan con el dinero.