Las comunidades originarias de Chile, que abarcan desde los Diaguitas hasta los Yaganes, han enviado una potente carta abierta a los candidatos presidenciales, haciendo un llamado urgente a proteger la Ley Lafkenche (N°20.249). En su misiva, destacan el papel fundamental de esta ley en la salvaguarda de sus derechos ancestrales y los ecosistemas marinos que son vitales no solo para su sustento, sino también para la salud del planeta. Afirman que los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO) son una herramienta crucial para combatir la histórica discriminación que han sufrido sus comunidades, además de estar alineados con los estándares internacionales de derechos humanos que Chile debe respetar.
La realidad del cambio climático se ha vuelto innegable, y las comunidades costeras no son ajenas a sus efectos destructivos. La carta subraya que las condiciones de vida en la franja costera chilena han cambiado drásticamente en las últimas tres décadas, con una evidente reducción en la biodiversidad marina y el deterioro de los ecosistemas. La comunidad científica y el derecho internacional claman por estrategias que atiendan esta crisis, y la protección que ofrece la Ley N°20.249 se presenta como una respuesta necesaria para la conservación de la vida marina y la protección de las tradiciones culturales que dependen de ella.
Sin embargo, la misiva también denuncia una preocupante ofensiva por parte de algunos sectores políticos y económicos que buscan modificar la Ley Lafkenche bajo el pretexto de perfeccionarla. Estas modificaciones, según las comunidades, no solo carecen de fundamentos, sino que también se impulsan sin el debido proceso de consulta establecido por el Convenio 169 de la OIT. Este hecho es interpretado como un ataque directo a su autonomía y derechos, un retroceso en la protección ambiental y una práctica que perpetúa la discriminación racial, algo que resulta alarmante en una sociedad que se esfuerza por construir un futuro inclusivo.
Las acusaciones de que las comunidades originarias obstruyen el desarrollo económico han resonado en el discurso de algunos candidatos, descalificando las luchas históricas y los derechos que enarbola la Ley Lafkenche. La carta subraya que estas afirmaciones son infundadas y reflejan un desprecio hacia la realidad de las comunidades indígenas. Los firmantes reclaman que, en vez de asumir una posición de diálogo, se perpetúan estereotipos que solo benefician a una industria que ha demostrado históricamente su falta de consideración por las normativas que protegen tanto los derechos de las personas como el medio ambiente.
La carta concluye haciendo un llamado directo a los candidatos para que se comprometan a proteger la Ley Lafkenche y a respetar los mecanismos de consulta necesarios para garantizar la participación y voz de las comunidades indígenas en la toma de decisiones. Este legado cultural y ambiental, afirman, es esencial no solo para las comunidades mismas, sino también para el equilibrio natural global. Así, instan a los futuros líderes de Chile a no ceder ante presiones externas y económicas que buscan despojar a las comunidades de sus derechos, invitando a construir un futuro que contemple la diversidad y la sostenibilidad.








