El pasado viernes 22 de agosto, los centros de estudiantes de cinco liceos emblemáticos de Providencia se movilizaron en una masiva actividad de entrega de petitorios a las autoridades comunales. Los alumnos del Liceo Carmela Carvajal, Liceo José Victorino Lastarria, Liceo 7 Luisa Saavedra, Liceo Tajamar y Liceo Arturo Alessandri Palma se unieron para expresar su descontento ante la nula respuesta que han recibido de la alcaldía. Esta movilización, impulsada por la frustración ante la falta de diálogo y atención por parte del alcalde Bellolio, busca no solo visibilizar sus demandas, sino también abrir un canal de comunicación que permita abordar sus preocupaciones educativas de manera efectiva.
Los estudiantes han manifestado que el alcalde ha evitado establecer un diálogo con ellos, y como ejemplo citan la visita tardía a una de las instituciones tras una movilización violenta. Bastián Lucero, presidente del Centro de Estudiantes del Liceo Lastarria, no dudó en calificar este acercamiento como inadecuado y poco constructivo, afirmando que «estamos aquí para volver a abrir estas puertas». Esta falta de comunicación ha llevado a los jóvenes a sentirse ignorados en sus demandas, lo que incrementa la tensión entre las autoridades y la comunidad estudiantil.
En la carta entregada a las autoridades, los estudiantes expresaron diversas preocupaciones que abarcan desde la insatisfacción con las clases en línea, a considerarlas como una respuesta insuficiente ante sus peticiones, hasta problemas de infraestructura que afectan directamente su experiencia educativa. Aspectos como el mal estado de los baños, la falta de insumos de higiene y el deterioro de las salas de clases fueron mencionados como una muestra de la desatención de las autoridades. Catalina Reyes, secretaria ejecutiva del Liceo 7, hizo eco de este sentimiento, exigiendo que sus petitorios sean escuchados y atendidos.
Uno de los puntos más críticos que los estudiantes denunciaron fue la presencia de roedores en los liceos, un problema que ha generado indignación y un llamado a la acción inmediata por parte de los directivos del municipio. La ausencia de medidas efectivas para resolver esta situación ha llevado a los estudiantes a cuestionar la responsabilidad de las autoridades en el bienestar de su infraestructura educativa. La preocupación por la salud y el bienestar de los alumnos ha escalado a niveles alarmantes, siendo un tema central en las demandas de la movilización.
Finalmente, la carta presentada por los centros de estudiantes culmina con un fuerte llamado al alcalde Jaime Bellolio, solicitando la necesidad de un diálogo directo que permita avanzar hacia soluciones claras, eficaces y sostenibles. Los alumnos se mostraron firmes en que muchas de sus demandas son históricas y han sido ignoradas durante demasiado tiempo. Este movimiento estudiantil no solo refleja una lucha por mejores condiciones educativas, sino también una búsqueda de reconocimiento y respeto por sus derechos como estudiantes de Providencia.
