El tradicional Te Deum Evangélico celebrado este domingo en la comuna de Puente Alto fue empañado por un altercado que culminó con la detención de Javier Soto, conocido como el «Pastor Soto». Este incidente tuvo lugar a las afueras de la Catedral Evangélica Metodista Pentecostal, donde se congregaron altas autoridades, incluyendo al Presidente de la República y aspirantes a la presidencia, como Jeannette Jara, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser. Según las autoridades, la confrontación se originó por la conducta disruptiva de Soto, quien utilizando un altoparlante, comenzó a lanzar consignas políticas y religiosas en momentos clave de la ceremonia.
De acuerdo con el informe policial, el Pastor Soto se hizo notar por sus vehementes críticas a la legislación sobre aborto y eutanasia, dirigiendo comentarios especialmente vehementes hacia el Presidente Gabriel Boric. A través del altoparlante, Soto sentenció: «Presidente Boric: Dios aborrece las manos que derraman sangre inocente», refiriéndose a la legalización del aborto como una «ley criminal y asesina». Este mensaje se vio amplificado por la tensa atmósfera del evento, dado que la presencia del mandatario y otros políticos generó un ambiente delicado que fue rápidamente perturbedido por las proclamaciones del Pastor.
La situación se tornó crítica cuando el Pastor Soto, tras vociferar sus mensajes, intentó acercarse al vehículo del Presidente Boric, desobedeciendo las instrucciones de Carabineros. Los efectivos, al percatarse de su intención, intervinieron para evitar un posible enfrentamiento. Las grabaciones de los hechos revelan un forcejeo entre el activista religioso y los uniformados, quienes finalmente lograron arrestarlo. Sin embargo, no se ha aclarado si la detención se debió a su resistencia física o a la naturaleza de sus gritos.
En medio de la protesta, se observó cómo el Pastor Soto y su grupo de seguidores mantenían una postura firme en su oposición a las políticas del gobierno, lo que ha encendido un debate sobre el papel del activismo religioso en la política chilena. Las reacciones no se hicieron esperar, con muchos usuarios de redes sociales denunciando este tipo de fundamentalismo y subrayando la importancia de un Estado laico que no permita la injerencia religiosa en la política. Entre las críticas se destaca la afirmación de que el poder no debe ser confesional.
El Pastor Soto permanece bajo arresto y se espera que el lunes se lleve a cabo su control de detención, donde se definirán los cargos que enfrentará. Este acontecimiento no solo ha revivido los debates sobre el aborto y la eutanasia en Chile, sino que también ha puesto de manifiesto las tensiones existentes entre la religión y el Estado, un tema que continúa siendo de relevancia en la sociedad chilena contemporánea. La situación a la que se enfrenta Soto podría tener repercusiones significativas, tanto a nivel legal como en la percepción pública sobre el fundamentalismo religioso en la política.








