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Venezuela despliegue militar y patrullas con drones

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Venezuela ha informado el martes de la implementación de patrullas con drones y buques de la Armada en sus aguas territoriales, en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos. Esta medida coincide con el anuncio por parte del gobierno estadounidense de un despliegue militar en el Caribe sur, lo que ha intensificado la atmósfera de confrontación entre ambos países. Las autoridades venezolanas destacan que este despliegue es parte de unas operaciones antidrogas en la frontera con Colombia, donde han movilizado a 15.000 efectivos, acusando a Estados Unidos de adoptar una «escalada de acciones hostiles» con su movimiento militar.

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La tensión se ve reflejada en el aumento de la recompensa de 50 millones de dólares por la captura del presidente Nicolás Maduro, así como en la designación del cartel de los Soles como grupo terrorista por parte del gobierno de Donald Trump. Esta designación se basa en la acusación de que este cartel, supuesta narcobanda, es dirigido por Maduro. Mientras tanto, no hay información concreta sobre la fecha o el destino de la flota estadounidense, que incluye tres destructores lanzamisiles y 4.000 marines, lo que genera incertidumbre en la región.

El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, se dirigió a la nación a través de un video en redes sociales, donde anunció «un despliegue importante de drones con distintas misiones» y recorridos fluviales con infantería de Marina. Indicó que habrá patrullas navales en el lago de Maracaibo y en el golfo de Venezuela, además de la presencia de buques en aguas más al norte, reafirmando así la postura defensiva del gobierno de Maduro ante las amenazas percibidas desde el norte.

La reciente apertura del registro de la Milicia Bolivariana por parte de Maduro, un cuerpo que incluye a civiles y que ha sido criticado por su carga ideológica, forma parte de la estrategia del gobierno para incrementar su capacidad defensiva. Maduro afirma que cuenta con aproximadamente 4.5 millones de reservistas, aunque esta cifra es cuestionada por expertos que la consideran inflada. Este proceso de militarización ha generado un ambiente de incertidumbre en la población, donde se mezcla la preocupación por una posible invasión estadounidense con un sentimiento de resistencia.

En el ámbito internacional, Caracas ha exigido en las Naciones Unidas el cese inmediato del despliegue militar estadounidense en el Caribe. Esta declaración se produce en medio de un clima de tensión creciente y denuncia de los vínculos de Estados Unidos con la desestabilización de la región. Analistas consideran que la amenaza de una invasión directa es poco probable, sugiriendo que las maniobras militares de Estados Unidos buscan crear ansiedad en el gobierno de Maduro para forzar una negociación. La situación política en Venezuela sigue siendo frágil, y el diálogo parece más necesario que nunca.

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