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Antonio Infante: Controversias e Irregularidades Hospitalarias

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La controversia en torno al nuevo diseño institucional que está implementando Antonio Infante, director del Servicio de Salud Metropolitano Norte, continúa generando inquietud entre los empleados del Hospital San José. A medida que se intensifican las divisiones internas y se recrudecen las tensiones, muchos funcionarios sienten que es prudente mantener un perfil bajo en estos tiempos de incertidumbre política, dado que el gobierno actual se encuentra en su etapa final. A pesar del silencio generalizado, las fuentes dentro del hospital sugieren que la situación se ha convertido en un enfrentamiento entre facciones, con Infante buscando consolidar su poder mientras desmantela cualquier resistencia al control administrativo que pretende ejercer sobre la institución.

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El despido del ingeniero comercial Aldo Yáñez, considerado un aliado de Infante, ha estallado en un escándalo que amenaza con transformar el clima laboral en el San José. Yáñez fue señalado como responsable de una mala gestión que derivó en un enorme pasivo económico debido a un contrato irregular con la empresa de limpieza, lo que desató una serie de reacciones en cadena que colocó a la administración del hospital en una posición delicada. Los funcionarios interpretan la defensa incondicional de Infante hacia Yáñez como un acto de provocación, que pone en entredicho la integridad de la administración justo antes de una temporada crítica de altos requerimientos sanitarios.

Desde el Servicio de Salud Norte, una atmósfera de preocupación se manifiesta al observar la gestión del hospital. Fuentes internas mencionan que Infante, a sus 77 años, parece estar afectado por la presión, aunque se mantiene firme gracias al apoyo que recibe de su amiga y ministra de salud, Ximena Aguilera. Esta lealtad se traduce en una serie de cambios de liderazgo en el hospital, con el nombramiento de un nuevo director apenas semanas después de que el anterior fue destituido, lo que sugiere un intento de Infante por controlar la narrativa y los procedimientos que se llevan a cabo en el contexto de las investigaciones que podrían comprometer su posición.

La inclinación de Infante hacia el control absoluto ha llevado a la llegada de Eric Poblete al Hospital San José, quien ha sido descrito como el «brazo armado» de Infante. A pesar de su pasado en la administración regional de Chiloé, donde fue criticado por su desempeño, Poblete ahora se encuentra en el epicentro del conflicto. Dirigentes de Chile Vamos han dejado en claro que no consideran a Poblete parte de su círculo político, y esta separación subraya la creciente tensión y desconfianza entre las facciones involucradas en la crítica situación del hospital. Las opiniones sobre su idoneidad para el puesto siguen divididas y la política local se entrelaza con la administración del servicio de salud.

El apoyo de la ministra de Salud hacia Infante ha suscitado críticas, puesto que muchos ven en su intervención una forma de protección que podría estar impidiendo que la verdad salga a la luz. A pesar de los cuestionamientos surgidos durante las recientes reuniones con respecto a la gestión de Infante y Poblete, no parece haber un indicio de que esto implique consecuencias para su continuidad en el cargo. Sin embargo, el clima de desconfianza se ha incrementado, particularmente después de que Poblete tomara decisiones que contradicen el trabajo previo realizado en el hospital, exacerbando aún más la crisis. A medida que las investigaciones avanzan, las acciones de la administración podrían tener repercusiones legales significativas, poniendo en riesgo no solo su reputación, sino también la de toda la estructura sanitaria que manejan.

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