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Hospital San José: ¿Qué pasa con la corrupción y el caos?

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El Hospital San José está sumido en un caos total, marcado por la falta de responsabilidad por parte de sus directores, lo que se evidencia en la reciente denuncia por fraude al fisco y negociación incompatible del nuevo director, Aldo Yáñez Vera. Desde su nombramiento el pasado 14 de abril, Yáñez se ha visto envuelto en un escándalo que exacerba los conflictos internos entre el equipo médico del recinto y la dirección del Servicio de Salud Metropolitano Norte (SSMN). Con un perjuicio fiscal que supera los dos millones de dólares, la situación no solo es alarmante, sino que pone en tela de juicio la integridad del sistema de salud pública en una región que se encuentra en crisis. La denuncia fue impulsada por Jorge Ramírez Velásquez, subdirector médico del SSMN, lo que añade un nivel inesperado de drama al ya agitado entorno del hospital.

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Las acusaciones se centran en la contratación de servicios de limpieza con la empresa LIM Chile, a pesar de la oposición de la Contraloría en tres ocasiones a lo largo de 2024. Esta irregularidad ha llevado a levantar dudas sobre la legalidad de los contratos y las decisiones administrativas al interior del hospital. Lo que resulta aún más preocupante es el papel desempeñado por Antonio Infante Barros, director del SSMN, quien es señalado por su cercanía a Yáñez y por haber intervenido en su nombramiento, a pesar de sus antecedentes problemáticos. La situación ha revelado una red de corrupción encubierta que podría comprometer serias responsabilidades tanto al interior como en el marco de la administración de salud pública.

Las presiones internas para apurar pagos a la controversial empresa LIM Chile han sido documentadas a través de correos electrónicos que exponen una alarmante cultura de irregularidad en el hospital. Funcionarios como Milena Fuentes Flores, jefa de la unidad de administración de contratos, han estado comunicándose constantemente con el personal jurídico del hospital, tratando de asegurar pagos a LIM Chile sin los respaldos legales requeridos. Estas maniobras ponen en evidencia la falta de supervisión y la aparente complicidad dentro del hospital, donde se toman decisiones que, lejos de beneficiar a la institución, parecen estar a favor de intereses particulares y corruptos.

Un informe más exhaustivo revela que la contratación de LIM Chile fue recomendada en contra de una oferta más competitiva de otra empresa, que podía proporcionar el mismo servicio a un costo significativamente menor. Esto pone en tela de juicio los procedimientos de licitación del hospital y su transparencia, lo que agrava aún más la crítica situación que enfrenta el sistema de salud pública. Dos millones y medio de dólares se encuentran en la cuerda floja debido a la falta de autorización de la Contraloría, comprometiendo eventualmente la estabilidad financiera del hospital y poniendo en riesgo la calidad de atención a sus pacientes.

La respuesta del personal administrativo del Hospital San José a estas acusaciones ha sido escasa y llena de incertidumbre, lo que ha llevado a colegas y profesionales de la salud a cuestionar la integridad de sus líderes. Las voces disidentes dentro de la comunidad hospitalaria plantean que la continuidad en los cargos de Yáñez, Fuentes y otros involucrados refleja una crisis de administración y un desprecio por la ley. En un hospital que debería ser un símbolo de salud y bienestar, la situación ha degradado gravemente la confianza del público en este sistema, lo que urge a las autoridades a tomar medidas inmediatas para restaurar la responsabilidad y la integridad en la atención de salud de la población.

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