El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, respondió esta mañana a los rumores que circularon sobre la posible sustitución del monumento del general Baquedano en Plaza Italia por una nueva estatua. Elizalde afirmó que «no ha habido ningún proyecto» al respecto, subrayando la necesidad de contar con la autorización de una serie de instituciones para cualquier modificación en el espacio ocupado por monumentos. Esta declaración llega en un momento en que la sociedad chilena debate sobre el significado y la relevancia de los símbolos en el espacio público.
Durante la presentación de la marcha blanca del Nudo Baquedano, el ministro fue consultado sobre la posibilidad de realizar una consulta ciudadana respecto al futuro del monumento. Elizalde destacó que, a pesar de que en su momento se planteó la opción de involucrar a la ciudadanía en la discusión, existe una institucionalidad clara que debe ser respetada. En este sentido, cualquier modificación al espacio donde se encuentran monumentos requeriría la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales.
En relación a la ubicación del monumento del general Baquedano, el ministro Elizalde dejó claro que, según la infografía presentada para la proyección de la obra del Nudo Baquedano, la estatua seguirá en el mismo lugar que antes de ser trasladada. Esto también refuerza su afirmación de que no existen proyectos para reemplazarla, lo que podría dar tranquilidad a quienes apoyan que el monumento regrese a su lugar original una vez finalizadas las obras de refacción en las que se encuentra actualmente.
Además, Elizalde mencionó que el gobierno está trabajando en rendir homenaje a otros símbolos de la cultura chilena. En particular, aludió a las celebraciones por los 80 años del Premio Nobel de Gabriela Mistral, destacando la importancia de reconocer su legado y contribuciones a la literatura. Este tipo de reconocimientos adicionales, según el ministro, no deben confundirse con la intención de eliminar o sustituir monumentos existentes, sino que buscan enriquecer la representación cultural en el espacio público.
Finalmente, es importante señalar que el monumento del general Baquedano fue trasladado al Museo Militar bajo el supuesto de que retornaría a su lugar en Plaza Italia, lo que fue reiterado por Elizalde. La discusión sobre el papel de estos monumentos y su significado en la identidad nacional continúa siendo un tema candente en Chile, y la postura del gobierno es clara: se priorizará el respeto a la institucionalidad y a las decisiones que deben tomarse a través de los canales adecuados para cualquier modificación de estos espacios simbólicos.